Las cosas cambian, yo cambio tu cambias y así por todos los tiempos y las personas. Y pensar que siempre reprobé español en la primaria, sujeto predicado, tiempos, más tiempos y yo escribiendo de zurda con la letra más fea que jamás haya pisado un cuaderno scribe tipo francés con doble raya. Extraño esos cuadernos. De chico (y no tan chico) me orinaba en la cama, cuando salíamos a algún lado de viaje a casa de algún familiar ya sea al norte, Los Ángeles o aquí National City, o al sur que siempre era al pueblo de mis padres en Jalisco, mi jefita me hacía cargar con un hule para proteger el colchón ajeno. Extraño mi hule. De la prepa me corrieron por tramposo y por reprobar computación y contabilidad y porque era un alumno indeseado. De la prepa extraño llegar a playas con la bruma bañando al taxi, en esos meses en que las 6 y media de la mañana es plena madrugada Llegar a la esquina de la escuela y mejor bajar a la playa, a ver amanecer, quitarme los zapatos y los calcetines y mojarme ...