Del Blog de Daniel Casado.
Con la candente primavera llueven las novedades literarias. Recibo, entre otras, las dos últimas novedades de la editorial Littera, a las que quiero dedicar una especial atención:
Primera persona: ella, del poeta mexicano Omar Pimienta (Tijuana, 1978), es un intenso poemario en la línea alucinada del maestro Sabines y otros grandes como Vallejo, autores que, mediante un ejemplar tratamiento de las circunstancias vitales, consiguieron trascender en sus poemas los apuntes biográficos a base de emociones universales. De ahí el término, quizá inexacto, de poemario familiar que podríamos ajustar a cada uno de estos poemas.. Se trata de una serie de retratos personales que, a modo de álbum fotográfico, consiguen transmitirnos la sombra de aquella memoria -por utilizar el verso feliz de otro mexicano, José Emilio Pacheco- alojada en el poema, desde una evidente voluntad de derribo que termina conviertiéndose en exaltada vindicación de lo perdido. Este sentimiento aparece encarnado muy especialmente en la figura de la madre. Intenso y directo, imaginativo y humano, demasido humano, Omar Pimienta consigue conmovernos en aquellos poemas donde la fuerza de los sentimientos consigue vencer la dura realidad social e histórica de los hechos (El embarazo, Era poeta, Ella y su tormenta). Podemos entender en cada una de estas páginas la dimensión terapéutica que llega a alcanzar la poesía, más allá de la recreación por parte de nosotros, sus lectores, desde el momento mismo de la escritura. No es tarea fácil saber dónde está la frontera con el soliloquio, la lucha con los demonios internos o el discurso privado. Omar Pimienta logra, a mi parecer, salir airoso, si no purificado, al revisitar aquellos lugares y momentos a los que uno no debería volver nunca: la infancia, terreno mítico, lleno, como todos sabemos, de trampas. Un poeta excelente, como ya nos anunciaba José María Cumbreño. Habrá que estar al tanto de sus próximas entregas. (del blog de Daniel Casado)
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