Pasé a buscarte.
Dentro de tu casa también pasan cosas
me pierdo junto con un salero al fondo de la alacena
donde algún clavo de olor me marea y recuerdo a mi madre sin remedio.
Me encuentras marchito entre las páginas de algún libro
Lo vuelves a leer sabiendo que te hará llorar de nuevo
por líneas o personajes diferentes, casi como cuando te enamoras.
Canto bajo la mesa una canción de cuna, me muerdo los labios y carraspeo
espero que dejes caer algo de comida
algún hueso, de ser posible tu clavícula.
No estoy acostumbrado a esconderme en las casas ajenas.
El primer paso está en aire trastabillando,
bajo mi pie hay una hoja de algún arbol de los muchos que hay por aquí.
Te extraño tal vez tanto como a un frasquito de tinta china.
Pasé a buscarte y me dejé de recado.