Los Miserables
Ganamos
por primera vez un campeonato en el torneo del club Olímpicos de Colonia
Libertad, más de 20 años jugando ahí y hasta ahora quedo campeón. Varios segundos
lugares, varios terceros lugares pero nunca campeón.
Recuerdo
la primera vez que postié algo en este blog, hace ya 14 años, Rafa lo compartió:
Ese [sic], esa [i] me pusieron muy
triste, ahí estaba yo, debutando en la blógsfera, compartido por el gran Rafa,
y la había defecado todita. Ese día, me
fuí a jugar un partido a los Olimpicos y jugué de la chingada.
También jugué un partido importante
una noche antes de quedarme dormido al volante camino a Hermosillo.
Ha pasado mucho tiempo desde que me empezó a interesar este deporte, desde que mi hermano Carlos guardaba su balón, extrañamente grande, extrañamente café, dentro del cajón de la mesa bajo la tele.
Carlos era un gigante que me compró un tablero, Marcos lo instaló y crecí tirando afuera del taller de don Marcos.
Nunca pude ganarle a Carlos, dejó de jugar contra mi justo antes de que pudiera ganarle. Yo no pude heredarle el gusto por este deporte a ninguno de mis sobrinos.
Juego un deporte de gigantes que nació más o menos al mismo tiempo que esta ciudad.
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