Es sábado y creo que no saldremos. Granola llegó cansada del trabajo. Yo acompañé a Marcos a un orfanato y cuando llegué Beca se había miado y cagado en la sala. Limpié enojado pero conciente de que no la había sacado porque llovía. Traté de escribir pero no pude, traté de editar pero no pude. Beca se subió en mi regazo y no pude moverme, me importaba más no incomodar su descanso. Hice lo que nunca hago: puse música y me quedé sentado. Hay sábados como este, en los que no caben las acciones. Sábados que tienen más que ver con escuchar. Como dije, no creo que salgamos, dejó de llover pero todo sigue mojado. Mañana será domingo y no veo como vaya a ser diferente.
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salu2