Estamos muy lejos de Tijuana, haciendo entrevistas a represaliados de la dictadura franquista y victimas de la guerra civil. Granola es mi compañera de entrevistas. La primera entrevistada fue Carmen, salió de Barcelona al exilio francés después de la caída de la república, formó parte de la resistencia anti Nazi y regresó a España a trabajar en la clandestinidad. En un punto de su vida la buscaba la gestapo y la falange por toda España con su foto en las comandancias. Su esposo Leandro fue militar republicano y luchó contra los nazis en Francia. A él no pudimos entrevistarlo porque al parecer su memoria se mezcla mucho y Carmen nos dijo que lo mejor sería no entrevistarlo y que sus memorias ya están escritas. Ambos viven en Tarragona, en un piso con terraza, el mar les queda relativamente lejos, unos 10 minutos en autobús. Digo lejos porque creo que merecen vivir ahí mismo pero con una vista al mediterráneo, a la inmensidad azul a ver ponerse el sol con su té entre las manos. Leandró y Carmen duraron muchos años presos, Leandro fue torturado. Carmen fue exhibida desnuda junto a muchos otros españoles para bañarlos, lavar y desinfectar su ropa a la llegada masiva de españoles republicanos a los campos de concentración franceses. Ella dice que nunca fue maltratada pero que a Leandro le han dado duro en la prisión. Granola empezó a sentirse mal durante la entrevista, Carmen le preparó un té. Leandro me decía que el estudió música, que era violinista, que en Francia le hirieron el brazo izquierdo y ya nunca pudo tocar más.
Terminó la entrevista. Dejamos su piso y Carmen se despidió deseándonos suerte y ofreciendo su casa para futuras visitas. Camino a la estación Granola quiso detener al camionero para bajarse a vomitar pero logró aguantar hasta la parada. Vomitó en un bote de basura muy chistoso porque está a medio metro del piso, es verde y asegurado a la banqueta. Enfrente había un restaurant y yo hice lo posible por taparla. Caminamos hasta la estación por unas calles que me recordaron a los callejones de los ángeles. Era tarde y sólo había abierto un lugar de pornografía. Hice una broma sobre la polla. Granola se sentía mejor. Esperamos el tren por 10 minutos mientras el viento levantaba la falda de una mujer y nos dejaba ver sus nalgas demasiado grades. El tren llegó.
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Sandra VA