Me voy a Tecolotlán Jalisco, a visitar a la familia, a ver fotos, el estudio fotográfico de mi abuelo a encontrar imágenes. El pueblo de mi jefa y de mi jefe, las calles empedradas el cielo obsceno. Y la neta algunas pedas con los primos. Los mantendré informados.
Poema de Primera Persona: Ella.
Escrito en 2002, disculpen la cursilería.
El Pueblo
Miro el pasado bajo los portales de mi genealogía
estoy en tu pueblo, entiendo tu amor.
Aquel encontrarte muda con los ojos perdidos.
Ahora sé dónde: En estas calles, en tu río.
Entiendo tu indiferencia: La aridez de mi tierra, al fin, mi tierra.
Estando aquí
después de tanto tiempo y tanta búsqueda
encontré por fin la mirada perdida que ignoraba mis juegos.
La que tontamente yo asumía en un punto en blanco.
La que se asomaba a una plaza con kiosco y fuentes
bajo un árbol de flor de azahar, entre adoquines,
jugando con niños sin zapatos.
Pierdo de vista tu vista perdida
y me doy cuenta que estoy bajo el portal del pueblo de tus poemas.
Me encuentro llorando con los pómulos apoyados en mis palmas
y mis codos en las rodillas
sentado en esta banqueta gigante
esperando que llueva para soltar este papel hecho barco
por los ríos
de las calles de tu pueblo.
Como tú lo hacías
Mientras yo jugaba.
Poema de Primera Persona: Ella.
Escrito en 2002, disculpen la cursilería.
El Pueblo
Miro el pasado bajo los portales de mi genealogía
estoy en tu pueblo, entiendo tu amor.
Aquel encontrarte muda con los ojos perdidos.
Ahora sé dónde: En estas calles, en tu río.
Entiendo tu indiferencia: La aridez de mi tierra, al fin, mi tierra.
Estando aquí
después de tanto tiempo y tanta búsqueda
encontré por fin la mirada perdida que ignoraba mis juegos.
La que tontamente yo asumía en un punto en blanco.
La que se asomaba a una plaza con kiosco y fuentes
bajo un árbol de flor de azahar, entre adoquines,
jugando con niños sin zapatos.
Pierdo de vista tu vista perdida
y me doy cuenta que estoy bajo el portal del pueblo de tus poemas.
Me encuentro llorando con los pómulos apoyados en mis palmas
y mis codos en las rodillas
sentado en esta banqueta gigante
esperando que llueva para soltar este papel hecho barco
por los ríos
de las calles de tu pueblo.
Como tú lo hacías
Mientras yo jugaba.
Comentarios
Un saludo desde las alacranientas tierras de Durango, dgo, en espera de otro encuentro de escritores.
Esther G.