Lore . y Jenny
Jenny y
Lore
Me las imagino platicando cómodamente, o talvez no tan agusto porque platicar con ellas no es nada fácil. Siempre estoy pensando más de la cuenta. Cuando hablo con Jenny cambiamos de idioma cada tres palabras, más yo, con Lore cambiamos de idea cada tres palabras, más ella. Entonces las imagino platicando, con ya un buen de sake en el sistema, lo que podría hacer la platica aún más difícil nunca menos como podría pensarse. El viento como una mentada de madre en domingo de cruda arrastrando todo, por todos lados. si Tijuana es la fachada escenográfica de una cantina western, Rosarito es asomarse tras la barra y encontrar el equipo de producción fox Studio y tras él una tormentita de arena que se mete a los ojos posponiendo la grabación. Regreso a Jenny y Lore o Lore y Jenny, ambas encontraron un nido vacía tirado en el piso. El nido tenía una bolsita de té entretejida entre las agujas de pino. Lore se acordó de mi, yo no recuerdo que me zumbaran los oídos pero se acordó de mi. Jenny lo trajo a Tijuana en una caja de galletas. El nido ahora se posa en mi canastita de naturalezas muertas. Lore dice tener una evilore y seguramente evilore dijo, mira Jenny llévasela al cursi del Omar que le gustan las bolsitas de té. Jenny que gracias a dios no tiene alteregos llegó a la casita como a las 9 con el nido y ahora comparto con ustedes la verdad: Lore Jenny y yo tenemos serios problemas de entretenimiento los domingos.
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