Texto para presumir una publicación.
La otra noche, platicando con el Jofras llegué a la conclusión de que en el 78 no nacimos mucha gente, que fue un año malo para las parteras y que los meses del 77 y principios del 78 no fueron muy fecundos. Mis deducciones terminaron en la teoría gracias a que ni él ni yo, ambos del 78, conocemos a mucha gente de nuestro año. Yo por ejemplo recuerdo a unos cuantos y cada que conozco a alguien más que coincide me pongo muy feliz, como si fuéramos primos o hayamos sobrevivido una guerra, como si fuéramos un grupo de espermatozoides que se lograron ante todos los obstáculos, que llegaron a un óvulo increíblemente maternal decidido a protegernos o algo así, algo por el estilo.
Hace unos días me enteré, leyendo la revista Biblioteca de México que puede ser posible, que en verdad no seamos muchos los setentayocheros. En las ultimas páginas en una antología de Alí Calderón titulada “la palabra es un tigre en el pastizal del ojo; la generación poética de los setenta” me agregó con mi poema a mitad de los 80s (mi one hit wonder, my own-personal macarena; poema que para decir verdad y para animar a la gente a abrir su blog, nació aquí, como post y vio sus primeras letras como html en la pantallita del editor blogero) como poeta del 78. En la antología hay mucha gente buena. A quien he leído y tenido el gusto de escuchar en vivo, y creo firmemente que además de buena poeta es una gran persona es sin duda Mónica Nepote.
Mi teoría de la baja natalidad del 78 puede se apoyada por esta antología, decídanlo ustedes, lean la antología y prueben si mi one hit wonder entró porque somos pocos del año o porque rifa, de cualquier forma me sentiré bien, de cualquier forma se siente bien.
La otra noche, platicando con el Jofras llegué a la conclusión de que en el 78 no nacimos mucha gente, que fue un año malo para las parteras y que los meses del 77 y principios del 78 no fueron muy fecundos. Mis deducciones terminaron en la teoría gracias a que ni él ni yo, ambos del 78, conocemos a mucha gente de nuestro año. Yo por ejemplo recuerdo a unos cuantos y cada que conozco a alguien más que coincide me pongo muy feliz, como si fuéramos primos o hayamos sobrevivido una guerra, como si fuéramos un grupo de espermatozoides que se lograron ante todos los obstáculos, que llegaron a un óvulo increíblemente maternal decidido a protegernos o algo así, algo por el estilo.
Hace unos días me enteré, leyendo la revista Biblioteca de México que puede ser posible, que en verdad no seamos muchos los setentayocheros. En las ultimas páginas en una antología de Alí Calderón titulada “la palabra es un tigre en el pastizal del ojo; la generación poética de los setenta” me agregó con mi poema a mitad de los 80s (mi one hit wonder, my own-personal macarena; poema que para decir verdad y para animar a la gente a abrir su blog, nació aquí, como post y vio sus primeras letras como html en la pantallita del editor blogero) como poeta del 78. En la antología hay mucha gente buena. A quien he leído y tenido el gusto de escuchar en vivo, y creo firmemente que además de buena poeta es una gran persona es sin duda Mónica Nepote.
Mi teoría de la baja natalidad del 78 puede se apoyada por esta antología, decídanlo ustedes, lean la antología y prueben si mi one hit wonder entró porque somos pocos del año o porque rifa, de cualquier forma me sentiré bien, de cualquier forma se siente bien.
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