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Ahora que la gasolina está tan cara, valoro el tiempo de lectura en el trolley y me preocupa un poco lo que la gente piensa de mi.

Camino de todos lados a todos lados.

Hablo, verdaderamente, solo y pienso que no puedo ni pensar en una banca.

Camino mientras leo.

Mientras hago fila a pie para cruzar la frontera (martes y Jueves)
del trolley a la clase de la clase a otra clase de la clase a comer
de página a página hasta que me tropiezo con una idea que me empuja a bajar el libro y pensar.

Pienso mientras camino.

Esto no es tan difícil como leer mientras camino, no es tan difícil hasta que tengo que verbalizar lo que pienso y entonces hablo.

Hablo mientras camino.

Hablar mientras camino es mucho más difícil si lo que piensas no lo entiendes y lo volteas y lo repliegas, lo estiras y lo masticas hasta que ya no caminas de forma normal sino con mímicas y pasos variados como un vals bailado por un gorila. De pronto te ves: hablas de algo que leíste y no comprendes y caminas, parece que cojeas y parece que retomas un ritmo, parece que hablas. Te ves y sientes pena. Es ahí que vuelves al libro y sigues caminando.

Ni pensar en una banca, no hay tiempo ni para pensar a gusto en una banca.

Comentarios

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Todos Invitados!

nuevo look, despues de casi cinco años cambié el templete, me hacian falta mis archivos, sentía mi blog medio vacío. ya sé, no es el look, pero bueno, también me corté el cabello y estoy seguro que tampoco el problema es mi cabello. bueno, ahh seguro me faltan links ahí saldran.