Hay relámpagos y no puedo dormir.
La historia va así: un joven conoce a una muchacha en una fiesta, la acompaña a su casa, en el camino le presta su chamarra, se dan un beso en la entrada del cancel y él se va. Al tiempo él regresa y pregunta por ella. “Ella murió hace muchos años joven.” Él visita la tumba donde se supone descansa su cuerpo, y sobre la cruz encuentra su chamarra. Enloquece.
Recomendación uno: si conoces a una mujer y le encuentras un aire antiguo, pregunta si está viva. Si desaparece, tienes un buen sentido de la moda, si no desaparece no le prestes tu chamarra por si las dudas.
Vas por la carretera y una mujer te hace la señal. No paras porque piensas que es una nueva banda de secuestradores. Cuando miras el retrovisor para mirarla alejarse, la encuentras sentada en tu asiento trasero. Chocas y eventualmente la gente lo entiende, “se le apareció la que pide raite.”
Recomendación dos: maneja un pickup de cabina sencilla.
Yo recuerdo una señora de un delantal verde, la vi entre el follaje de un árbol de guajes. Me asusté mucho, primero porque el árbol estaba en su propiedad y yo lanzaba piedras para quebrar los envases tirados por su patio. Segundo, porque supe que esa señora no podía haber desaparecido como lo hizo y sobretodo la forma en que me vió, sin reclamarme nada, como si yo no fuera un niño travieso que lanzaba piedras para romper sus envases, sino más bien alguien a quien pedirle un favor.
Yo la vi…
“¿Recuerdas cuando murió la abuela y mamá soñó que alguien la asfixiaba? Despertamos y la vimos con un extremo de la sábana enredada en el cuello y el otro extremo junto a la puerta. Esa noche mamá nos sacó de la casa del abuelo, en medio de la tormenta, de esas tormentas de Mazatlán que parecen tumbar casas. Mamá soñaba que la abuela le hablaba desde la ventana, luego ponía por cortina una sábana para no verla más”
Las historias de miedo casi siempre vienen del sur, como si acá no se apareciera nadie ¿o será que todos casi siempre vienen del sur?
¿Qué pasa con el género en las historias estas? ¿Por qué no se aparecen señores, siempre señoras o mujeres jóvenes?
“A la abuela la velaron en la sala de la casa. Me dicen que yo, con un par de años, mantenía conversaciones con ella ahí en la sala, ahí donde ella se sentaba a mecerse.
¿Recuerdas que pasó mucho tiempo para que el abuelo aceptara que el cura bendijera la casa y así pudiera descansar en paz?
Sí, el abuelo no dijo nada hasta que todos se empezaron a quejar de la abuela y su divagar por la casa.
¿Recuerdas qué dijo el abuelo?
Sí, que él aún sentía el peso de su cuerpo en el costado de su cama.”
Hay relámpagos. No puedo dormir.
La historia va así: un joven conoce a una muchacha en una fiesta, la acompaña a su casa, en el camino le presta su chamarra, se dan un beso en la entrada del cancel y él se va. Al tiempo él regresa y pregunta por ella. “Ella murió hace muchos años joven.” Él visita la tumba donde se supone descansa su cuerpo, y sobre la cruz encuentra su chamarra. Enloquece.
Recomendación uno: si conoces a una mujer y le encuentras un aire antiguo, pregunta si está viva. Si desaparece, tienes un buen sentido de la moda, si no desaparece no le prestes tu chamarra por si las dudas.
Vas por la carretera y una mujer te hace la señal. No paras porque piensas que es una nueva banda de secuestradores. Cuando miras el retrovisor para mirarla alejarse, la encuentras sentada en tu asiento trasero. Chocas y eventualmente la gente lo entiende, “se le apareció la que pide raite.”
Recomendación dos: maneja un pickup de cabina sencilla.
Yo recuerdo una señora de un delantal verde, la vi entre el follaje de un árbol de guajes. Me asusté mucho, primero porque el árbol estaba en su propiedad y yo lanzaba piedras para quebrar los envases tirados por su patio. Segundo, porque supe que esa señora no podía haber desaparecido como lo hizo y sobretodo la forma en que me vió, sin reclamarme nada, como si yo no fuera un niño travieso que lanzaba piedras para romper sus envases, sino más bien alguien a quien pedirle un favor.
Yo la vi…
“¿Recuerdas cuando murió la abuela y mamá soñó que alguien la asfixiaba? Despertamos y la vimos con un extremo de la sábana enredada en el cuello y el otro extremo junto a la puerta. Esa noche mamá nos sacó de la casa del abuelo, en medio de la tormenta, de esas tormentas de Mazatlán que parecen tumbar casas. Mamá soñaba que la abuela le hablaba desde la ventana, luego ponía por cortina una sábana para no verla más”
Las historias de miedo casi siempre vienen del sur, como si acá no se apareciera nadie ¿o será que todos casi siempre vienen del sur?
¿Qué pasa con el género en las historias estas? ¿Por qué no se aparecen señores, siempre señoras o mujeres jóvenes?
“A la abuela la velaron en la sala de la casa. Me dicen que yo, con un par de años, mantenía conversaciones con ella ahí en la sala, ahí donde ella se sentaba a mecerse.
¿Recuerdas que pasó mucho tiempo para que el abuelo aceptara que el cura bendijera la casa y así pudiera descansar en paz?
Sí, el abuelo no dijo nada hasta que todos se empezaron a quejar de la abuela y su divagar por la casa.
¿Recuerdas qué dijo el abuelo?
Sí, que él aún sentía el peso de su cuerpo en el costado de su cama.”
Hay relámpagos. No puedo dormir.
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