La serie fotográfica De-té-n-té está enfocada en las infusiones y su paralelismo con las relaciones interpersonales. La preparación de infusiones usualmente trae colgando, del hilito, una historia generacional que se sumerge en la memoria líquida y se enturbia con la agitación de la cuchara: conversaciones en las cuales alguien explicó los atributos de tal o cual té para tal o cual mal, situación o necesidad generación tras generación, de cultura a cultura, literalmente de boca en boca como cada sorbo de té. Las imágenes se enfocan en la contemplación de infusiones, de utensilios rudimentarios o complicados como los diferentes filtros y bolsitas, que permiten o no, la disolvencia completa, la extracción, únicamente, de ciertos matices o la privación del contacto puro entre el que bebe y el origen de la infusión. La idea de extraerle a algo, sea lo que sea, su valor, riqueza o sabor, por medio de la preparación, (sumergimiento en agua hirviendo de la naturaleza) bajo métodos de investigación en ocasiones esenciales pero milenarios, es un proceso similar a la fotografía, similar, inclusive a las relaciones interpersonales. La extracción de imágenes, matices, significados, sensaciones, texturas para un consumo emocional a través de ejercicios básicos científicos y emocionales. La cámara, el té y las personas comparten la facultad de reproducción, extracción y apropiación de la misma naturaleza. Comparten de igual forma los límites de los filtros.
La serie De-té-n-té está expuesta por el resto del mes en El ICBC de Playas de Rosarito.
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