Tengo muy mala memoria, el tambor afirma que para mi no hay momentos inolvidables y eso cae a colación, así como dentro de un filtro de café, porque me he olvidado de mucha gente. A continuación haré una lista de la gente que he olvidado y recuerdo ahora nada más para dar gracias por aparecer un poco por mi vida.
Don Ramón, que en realidad se llamaba Jorge pero le decían don Ramón quién sabe por que chingados. Él vendía paletas heladas y le gustaba jugar volados de paleta. Suerte si tengo lo que no tengo es mucha memoria.
La profe Lupita, mi amor de kinder, de ella solo recuerdo que me protegió de la burla general un día que me oriné en clase. La recuerdo ahora que intento escribir de amores puros y fetiches.
Kerime, mi compañera de secundaria a quien decíamos que cuando se embarazara seria como un gusano deglutiendo una canica. Y ahora tiene dos niñas. A ella la recuerdo ahora no se porque razón.
A Jovita, compañera de la secundaria que me mandaba cartas nada más por que se suponía que alguien le tenia que gustar y pensó en mi. De ella me acuerdo ahora para agradecerle tenerme presente.
De David compañero de la primaria que hablaba muy feo, como con un seseo en plena colonia libertad donde si no hablabas claro por lo menos tenías que pelear bien. De él me acuerdo ahora nomás porque me gustaría saber pelear o hablar bien.
De mí, compañero de casi toda la vida, que la verdad cada día me recuerdo menos. De mí me acuerdo de un día de kinder donde me oriné, de un volado de a-paleta, de un día hablando a la ventana de un salón sobre la posibilidad de algún día ser padre, de un día similar recibiendo mi primera carta de amor, de la niña menos popular de la escuela, mi rota para este descocido, de una mañana discutiendo las reglas de la pelea: no palos no piedras no patadas a los caídos, no mordidas.
Y dicen que tengo mala memoria.
Ahora por ejemplo recuerdo que tengo que dormir un poco.
Don Ramón, que en realidad se llamaba Jorge pero le decían don Ramón quién sabe por que chingados. Él vendía paletas heladas y le gustaba jugar volados de paleta. Suerte si tengo lo que no tengo es mucha memoria.
La profe Lupita, mi amor de kinder, de ella solo recuerdo que me protegió de la burla general un día que me oriné en clase. La recuerdo ahora que intento escribir de amores puros y fetiches.
Kerime, mi compañera de secundaria a quien decíamos que cuando se embarazara seria como un gusano deglutiendo una canica. Y ahora tiene dos niñas. A ella la recuerdo ahora no se porque razón.
A Jovita, compañera de la secundaria que me mandaba cartas nada más por que se suponía que alguien le tenia que gustar y pensó en mi. De ella me acuerdo ahora para agradecerle tenerme presente.
De David compañero de la primaria que hablaba muy feo, como con un seseo en plena colonia libertad donde si no hablabas claro por lo menos tenías que pelear bien. De él me acuerdo ahora nomás porque me gustaría saber pelear o hablar bien.
De mí, compañero de casi toda la vida, que la verdad cada día me recuerdo menos. De mí me acuerdo de un día de kinder donde me oriné, de un volado de a-paleta, de un día hablando a la ventana de un salón sobre la posibilidad de algún día ser padre, de un día similar recibiendo mi primera carta de amor, de la niña menos popular de la escuela, mi rota para este descocido, de una mañana discutiendo las reglas de la pelea: no palos no piedras no patadas a los caídos, no mordidas.
Y dicen que tengo mala memoria.
Ahora por ejemplo recuerdo que tengo que dormir un poco.
Comentarios