este texto es pal-omar que necesita un buen té de bugambilia.
El té de bugambilia es bueno para los problemas respiratorios.
las flores caídas de las bugambilias son las almas de la gente que nunca dejó de luchar por eso son imposibles de meter al recogedor con la simple escoba
el abuelo te dijo que la bugambilia es de mala suerte, pero al abuelo no hay que creerle todo: es el abuelo.
Mi madre quería mucho a su bugambilia, esta antes rodeaba un armario grande donde guardaba los arreglos de navidad, una caja inmensa con todos los colguijes que fue comparando poco a poco, a lo largo de sus navidades en Tijuana. Después se construyó un palomar, se quitó el ropero. La bugambilia: arbusto trepador se esparció por el palomar, se tumbó el palomar y se sacó de raíz la bugambilia ahora se encuentran flores por el patio, tercas a no meterse en el recogedor. Yo tengo tos y no puedo dormir, no puedo quitarme la bugambilia de la cabeza, la presión de los pulmones y la necesidad de recordar todo lo que día a día se va marchando, desde las bacterias con cada ataque de tos, hasta el sueño. Este texto no es para mí, es de disculpas para la dueña de la bugambilia, y sí, seguramente es que estoy enfermo y me caería bien un té.
El té de bugambilia es bueno para los problemas respiratorios.
las flores caídas de las bugambilias son las almas de la gente que nunca dejó de luchar por eso son imposibles de meter al recogedor con la simple escoba
el abuelo te dijo que la bugambilia es de mala suerte, pero al abuelo no hay que creerle todo: es el abuelo.
Mi madre quería mucho a su bugambilia, esta antes rodeaba un armario grande donde guardaba los arreglos de navidad, una caja inmensa con todos los colguijes que fue comparando poco a poco, a lo largo de sus navidades en Tijuana. Después se construyó un palomar, se quitó el ropero. La bugambilia: arbusto trepador se esparció por el palomar, se tumbó el palomar y se sacó de raíz la bugambilia ahora se encuentran flores por el patio, tercas a no meterse en el recogedor. Yo tengo tos y no puedo dormir, no puedo quitarme la bugambilia de la cabeza, la presión de los pulmones y la necesidad de recordar todo lo que día a día se va marchando, desde las bacterias con cada ataque de tos, hasta el sueño. Este texto no es para mí, es de disculpas para la dueña de la bugambilia, y sí, seguramente es que estoy enfermo y me caería bien un té.
Comentarios