Los codos sobre tus rodillas y sobre las palmas tu mentón.
una naranja al centro de la mesita
Un sofá reclinable, una bola de estambre persiguiendo a un gato
Día por terminar en una sala donde no entra luz suficiente para alimentar ninguna planta.
Ni sombra suficiente.
las cortinas son pestañas que sirven para enchinarse y proteger del sol
La manguera gotea, solo un poco, lo suficiente para formar un charco que prolongue la imagen externa del pequeño patio.
Las casas como esta mienten
Un par de viejitos esperan en un parque, sentados a una banca con sonrisa de porcelana.
El parque es de madera, con un tallado barroco, y una naranja al centro.
Pelas la naranja que llora entre tus manos como debería hacerlo yo.
El sabor a fracaso se quita, de la boca, con un gajo.
una naranja al centro de la mesita
Un sofá reclinable, una bola de estambre persiguiendo a un gato
Día por terminar en una sala donde no entra luz suficiente para alimentar ninguna planta.
Ni sombra suficiente.
las cortinas son pestañas que sirven para enchinarse y proteger del sol
La manguera gotea, solo un poco, lo suficiente para formar un charco que prolongue la imagen externa del pequeño patio.
Las casas como esta mienten
Un par de viejitos esperan en un parque, sentados a una banca con sonrisa de porcelana.
El parque es de madera, con un tallado barroco, y una naranja al centro.
Pelas la naranja que llora entre tus manos como debería hacerlo yo.
El sabor a fracaso se quita, de la boca, con un gajo.
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