Los relámpagos se ven, rompen el aire y después se escuchan, porque lo que se oye camina más despacio, 5 segundos por milla, si ves el relámpago y 10 segundos después escuchas el trueno es que estas a 10 millas de distancia del lugar donde cayó el rayo. Sin embargo me dan miedo ambas cosas, como si no fueran lo mismo. Como temerte a ti y a tu sombra o tu voz y su eco.
Vine a tecolotlán a acompañar a mi padre, un tal Marcos Ramirez. El se fue del pueblo un día que su madre le dijo que para él ya no había más tortillas, tenía 12 años. Yo vine a teco a impedir que comiera muchas tortillas (por el diabetes) pero le dejo que como un par, porque me da miedo que se me vaya, un par nomas. Los Zepeda. mañana posteo los recuerdos de los Zepeda.
Comentarios