Navalón for emperor!!
bien dicho mujer y bien hecho.
Porras para Ingrid Hernández.
Tijuana, La Tercera Nación.
(O de cómo más vale pedir perdón que pedir permiso)
Ingrid Hernández
Artista visual
En abril de 2004 la comunidad artística de Tijuana vivió un fenómeno sin precedentes. El empresario español Antonio Navalón interesado en producir un magno evento multidisciplinario, inauguró junto al presidente de la República Vicente Fox, tres exposiciones que conformaban lo que el mismo empresario denominó Tijuana, La Tercera Nación.
Una de estas exposiciones fue Ciudades, de Mónica Roibal, pintora y esposa del empresario, más dos colectivas de artistas tijuanenses. La primera ubicada en la sala principal del Centro Cultural Tijuana, la segunda en la barda que divide la frontera México-Estados Unidos y la tercera en la canalización del río Tijuana.
Este proyecto fue polémico desde su inicio. Muchos de los artistas de los cuales se había tomado su obra para conformar las dos exhibiciones colectivas, desconocían de qué se trataba el proyecto.
Algunos de los creadores que fuimos invitados, asistimos a la inauguración donde quedó claro que aquellos que menos teníamos información curatorial, éramos nosotros.
Fue ahí donde junto al presidente Fox, los medios de comunicación y la comunidad artística, se expusieron por primera vez las motivaciones ideológicas que sustentaban dicha exhibición. Sin embargo la obra ya estaba seleccionada, incluso en algunos casos modificada sin previo aviso a los autores, y montada.
De esta manera se desarrollaron las exposiciones y el resto de eventos relacionados con Tijuana, La Tercera Nación: mesas de discusión, presentaciones de libros, conferencias y muestras de cine, dentro de las cuales pude observar que algunos de los invitados también desconocían el sustento ideológico del evento.
El escritor Heriberto Yépez, solicitó se desmontara su imagen de la colectiva ubicada en la barda fronteriza. Expuso sus motivos, de los cuales reproduzco aquí sólo algunos:
El concepto de “Tijuana, Tercera Nación” es históricamente espurio; políticamente, neoliberal. No hay fundamento para sostener que Tijuana o la frontera mexicana sea una zona eidéticamente intermedia; esta noción sólo promueve clichés sobre la región y propone un modelo pro-globalización: “Tijuana” como zona transnacional de facto: Ex México. Arte Nafta o Delirio-TLC. Arte para solapar el proyecto empresarial transnacional y los deseos hegemónicos de Estados Unidos.
Las imágenes están siendo utilizadas de manera decorativa. La inclusión de palabras como ‘Unida’, ‘Universal’, ‘Solidaria’, ‘Moderna’, ‘Convergente’, etc, caricaturizan inadmisiblemente la complejidad de la relación entre el arte público y la urbe, al deteriorar o incluso nulificar el concepto de apertura de interpretación que caracteriza a la obra de arte.
A excepción de Yépez, el resto de los creadores participantes no externamos públicamente opinión en torno a Tijuana, La Tercera Nación.
A finales de ese mismo año, el escritor y artista visual Omar Pimienta, publicó un incidente que tuvo lugar durante una entrevista que le hiciera la televisión española a propósito de la Tercera Nación. Jhoana Mora, coordinadora, entre otros, del proyecto en Tijuana, intervino la entrevista inconforme con algunas de las respuestas del artista acerca de la imagen negativa de Tijuana.
¬--¿Crees que la negativa imagen de Tijuana puede cambiar?
--No, la verdad no creo que cambie, sería feo y aburrido si lo hace. Tijuana fue creada con lana gringa y para satisfacer sus necesidades. No creo que cambie hasta que las necesidades de los que traen la lana cambien. Además para mí como tijuanense sería como renegar de una mamá adúltera.
Su conclusión fue:
La arrogancia con la que se solucionó la “edición” de mi entrevista es sólo el reflejo de que, en efecto, se utilizó la obra y por ende a los artistas para un propósito únicamente concerniente a los organizadores. ¿Será Tijuana una tercera nación? Pues por lo pronto ya invirtieron en la imagen de esta nueva república millón y medio de dólares en propaganda. Es cómico, ¿no creen? Tan chiquita y tan efímera la nación y ya tiene agentes de control.
Conciente de que carezco de autoridad para impedir el traslado de mis imágenes junto con la exhibición a la XXIV Feria Internacional de Arte Contemporáneo, puesto que firmé la autorización de uso de las mismas, dejo en claro que: de viajar, lo hacen sin mi autorización ideológica, por lo visto la menos importante.
La tercera nación para exportar
A mediados de noviembre del año pasado, vía e-mail, algunos creadores recibimos la noticia de que la exposición colectiva Tijuana, La Tercera Nación/Grito Creativo sería enviada a participar dentro del marco de la Feria Internacional de Arte en Madrid, ARCO 05. Esta vez, la exposición sería curada por la investigadora Norma Iglesias y el curador independiente Marco Granados.
En el exterior de ARCO 05 se reproduciría no solo la obra de los creadores participantes, sino también el muro metálico, la valla fronteriza, el bordo, colocado entre México y Estados Unidos. Dos mil quinientos metros de lonas impresas cubriendo asimetrías, desigualdades, violencia y belicismo.
El proceso de producción que una exposición formal –y lo cual sabemos la legitima– implica: visita de los curadores a los estudios de los artistas, discusión en torno a las motivaciones de su trabajo, presentación del statement curatorial, condiciones bajo las cuales se acepta la reproducción, manejo y utilización de la obra, etc. De todo este proceso yo tuve conocimiento del statement curatorial cinco días antes de la inauguración de La Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO 05), realizada el primero de febrero en Madrid, España.
Norma Iglesias y Marco Granados se comunicaron con los creadores y nos mencionaron algunos puntos de lo que ellos mismos denominaban la reconformación de la propuesta Tijuana, La Tercera Nación:
Alguna de las líneas sobre las que estamos generando la fundamentación curatorial de esta nueva versión son: la representatividad, pluralidad, contexto específico, contexto cultural y dinámica de inserción en el circuito de circulación del mercado. Pretendemos además hacer un planteamiento que proponga la irrupción del arte en la esfera pública como un acto evidente y fuertemente relacionado con lo político. (Marco Granados)
Conozco el trabajo de la Dra. Norma Iglesias con quien he trabajado en otras ocasiones así como de Marco Granados con quien también tengo experiencias de trabajo, por ello, no dudé en enviar mis imágenes.
Accedí bajo el entendido de que se estaba trabajando seriamente en una fundamentación curatorial que por la cercanía del evento se encontraba en proceso y nos sería enviado una vez delineado por ambos curadores. Sin embargo, no he firmado mi autorización para el uso de las imágenes ya que para ser congruente, debía esperar a leer el basamento conceptual bajo el cual se estaba planteando esta nueva emisión del Grito Creativo.
Para la inauguración de ARCO 05 faltaba un mes y ninguna de las instancias participantes conocían alguno de los siguientes puntos:
1) Nombre de la exposición.
2) Statement curatorial.
3) Procedimiento de selección de los participantes.
4) Condiciones de reproducción, manejo y uso de las obras.
5) Traslado y hospedaje de los artistas a Madrid en caso de que fuera cubierta por los productores.
El pasado 27 de enero, Navalón, a través del Centro Cultural Tijuana, envió un boletín informativo vía e-mail citando a los artistas participantes. Para la inauguración de ARCO 05 solo faltaban cinco días y ésta sería la primera reunión con el productor del evento –Navalón–, la investigadora Norma Iglesias y los artistas. Marco Granado no asistió.
A la reunión asistimos alrededor de 20 artistas y ahí Navalón informó que se habían invertido millones en la exposición, que además de Madrid viajará a Berlín y París. Que publicarán un catálogo con un tiraje de 25 mil ejemplares y que a los participantes se les darán entre cinco y 10 catálogos. La exposición se montará en la entrada de la feria y que no hay manera de que no sea vista. Puesto que se estima que asistan 450 mil personas.
Que a la feria asisten 600 galerías de todo el mundo, un sin número de art dealers y curadores.
Ante estos datos, los asistentes correspondían con una felicidad imposible de disimular.
Sin embargo, la actitud de Navalón fue como la de una pareja que no llega a dormir a casa durante una semana y cuando regresa te dice que se la pasó buscándote un regalo de aniversario.
En su intervención Antonio Navalón mencionó que “nada de esto hubiera sido posible sin los artistas”. Que “había que caminar juntos”. Que “somos socios en esto”.
Después de su participación cedió el micrófono a los que asistimos; parecía que nadie podía decir nada ante lo despampanante de los nuevos datos que Navalón daba.
Tras un silencio incómodo, el primero en participar fue Julio Orozco, quien solicitó las lonas con sus imágenes luego de que desmontaran la exposición.
Otra participación fue preguntar cómo se llegaba a la Feria –no cómo llegaría a Madrid– y si había sugerencias de hospedaje y otros datos similares.
Luego de ver que nadie mencionaba las irregularidades con que se habían desarrollado las emisiones de La Tercera Nación, tomé el micrófono y expuse que no estaba de acuerdo con el basamento conceptual. Tampoco con la manera de proceder de las instancias involucradas. Sin embargo acepté enviar mis imágenes a los curadores por considerar que su intervención en esta muestra la legitimaba. Contextualizarían la presentación de las piezas, fundamentación con la cual se basarían para seleccionarlas así como a los artistas participantes.
Ante lo anterior Navalón, en tono cínico, respondió:
Yo soy de los que prefiere pedir perdón que pedir permiso. Imaginen que hace tiempo yo hubiera llegado con ustedes a plantearles que quería hacer este evento; nunca nos hubiéramos puesto de acuerdo. Hubiéramos tardado mucho y quizá no se hubiera hecho nada.
De esta manera se zafó de las preguntas y los hechos expuestos mientras algunos de los asistentes mostraban sonrisas enormes y pedían aplausos por la buena voluntad y acciones del empresario.
Lo único que observo es que a los productores de La Tercera Nación la comunidad artística es lo que menos les interesa pese a lo que Navalón maneja en su discurso y en el cual agradece la participación de los mismos.
Por otra parte, es claro que para la comunidad artística es más importante exponer por exponer, aún con que alguien use su trabajo para fines distintos y a veces opuestos a los que motivaron su propia obra.
Quede constancia con todo esto de que por segunda ocasión se falta al respeto al trabajo no sólo de curadores e instituciones culturales de la ciudad, sino de la comunidad artística y sociedad en general. Que quede constancia que lo hace con la aprobación de los artistas porque el que calla otorga y el que aplaude invita a que se le utilice.
bien dicho mujer y bien hecho.
Porras para Ingrid Hernández.
Tijuana, La Tercera Nación.
(O de cómo más vale pedir perdón que pedir permiso)
Ingrid Hernández
Artista visual
En abril de 2004 la comunidad artística de Tijuana vivió un fenómeno sin precedentes. El empresario español Antonio Navalón interesado en producir un magno evento multidisciplinario, inauguró junto al presidente de la República Vicente Fox, tres exposiciones que conformaban lo que el mismo empresario denominó Tijuana, La Tercera Nación.
Una de estas exposiciones fue Ciudades, de Mónica Roibal, pintora y esposa del empresario, más dos colectivas de artistas tijuanenses. La primera ubicada en la sala principal del Centro Cultural Tijuana, la segunda en la barda que divide la frontera México-Estados Unidos y la tercera en la canalización del río Tijuana.
Este proyecto fue polémico desde su inicio. Muchos de los artistas de los cuales se había tomado su obra para conformar las dos exhibiciones colectivas, desconocían de qué se trataba el proyecto.
Algunos de los creadores que fuimos invitados, asistimos a la inauguración donde quedó claro que aquellos que menos teníamos información curatorial, éramos nosotros.
Fue ahí donde junto al presidente Fox, los medios de comunicación y la comunidad artística, se expusieron por primera vez las motivaciones ideológicas que sustentaban dicha exhibición. Sin embargo la obra ya estaba seleccionada, incluso en algunos casos modificada sin previo aviso a los autores, y montada.
De esta manera se desarrollaron las exposiciones y el resto de eventos relacionados con Tijuana, La Tercera Nación: mesas de discusión, presentaciones de libros, conferencias y muestras de cine, dentro de las cuales pude observar que algunos de los invitados también desconocían el sustento ideológico del evento.
El escritor Heriberto Yépez, solicitó se desmontara su imagen de la colectiva ubicada en la barda fronteriza. Expuso sus motivos, de los cuales reproduzco aquí sólo algunos:
El concepto de “Tijuana, Tercera Nación” es históricamente espurio; políticamente, neoliberal. No hay fundamento para sostener que Tijuana o la frontera mexicana sea una zona eidéticamente intermedia; esta noción sólo promueve clichés sobre la región y propone un modelo pro-globalización: “Tijuana” como zona transnacional de facto: Ex México. Arte Nafta o Delirio-TLC. Arte para solapar el proyecto empresarial transnacional y los deseos hegemónicos de Estados Unidos.
Las imágenes están siendo utilizadas de manera decorativa. La inclusión de palabras como ‘Unida’, ‘Universal’, ‘Solidaria’, ‘Moderna’, ‘Convergente’, etc, caricaturizan inadmisiblemente la complejidad de la relación entre el arte público y la urbe, al deteriorar o incluso nulificar el concepto de apertura de interpretación que caracteriza a la obra de arte.
A excepción de Yépez, el resto de los creadores participantes no externamos públicamente opinión en torno a Tijuana, La Tercera Nación.
A finales de ese mismo año, el escritor y artista visual Omar Pimienta, publicó un incidente que tuvo lugar durante una entrevista que le hiciera la televisión española a propósito de la Tercera Nación. Jhoana Mora, coordinadora, entre otros, del proyecto en Tijuana, intervino la entrevista inconforme con algunas de las respuestas del artista acerca de la imagen negativa de Tijuana.
¬--¿Crees que la negativa imagen de Tijuana puede cambiar?
--No, la verdad no creo que cambie, sería feo y aburrido si lo hace. Tijuana fue creada con lana gringa y para satisfacer sus necesidades. No creo que cambie hasta que las necesidades de los que traen la lana cambien. Además para mí como tijuanense sería como renegar de una mamá adúltera.
Su conclusión fue:
La arrogancia con la que se solucionó la “edición” de mi entrevista es sólo el reflejo de que, en efecto, se utilizó la obra y por ende a los artistas para un propósito únicamente concerniente a los organizadores. ¿Será Tijuana una tercera nación? Pues por lo pronto ya invirtieron en la imagen de esta nueva república millón y medio de dólares en propaganda. Es cómico, ¿no creen? Tan chiquita y tan efímera la nación y ya tiene agentes de control.
Conciente de que carezco de autoridad para impedir el traslado de mis imágenes junto con la exhibición a la XXIV Feria Internacional de Arte Contemporáneo, puesto que firmé la autorización de uso de las mismas, dejo en claro que: de viajar, lo hacen sin mi autorización ideológica, por lo visto la menos importante.
La tercera nación para exportar
A mediados de noviembre del año pasado, vía e-mail, algunos creadores recibimos la noticia de que la exposición colectiva Tijuana, La Tercera Nación/Grito Creativo sería enviada a participar dentro del marco de la Feria Internacional de Arte en Madrid, ARCO 05. Esta vez, la exposición sería curada por la investigadora Norma Iglesias y el curador independiente Marco Granados.
En el exterior de ARCO 05 se reproduciría no solo la obra de los creadores participantes, sino también el muro metálico, la valla fronteriza, el bordo, colocado entre México y Estados Unidos. Dos mil quinientos metros de lonas impresas cubriendo asimetrías, desigualdades, violencia y belicismo.
El proceso de producción que una exposición formal –y lo cual sabemos la legitima– implica: visita de los curadores a los estudios de los artistas, discusión en torno a las motivaciones de su trabajo, presentación del statement curatorial, condiciones bajo las cuales se acepta la reproducción, manejo y utilización de la obra, etc. De todo este proceso yo tuve conocimiento del statement curatorial cinco días antes de la inauguración de La Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO 05), realizada el primero de febrero en Madrid, España.
Norma Iglesias y Marco Granados se comunicaron con los creadores y nos mencionaron algunos puntos de lo que ellos mismos denominaban la reconformación de la propuesta Tijuana, La Tercera Nación:
Alguna de las líneas sobre las que estamos generando la fundamentación curatorial de esta nueva versión son: la representatividad, pluralidad, contexto específico, contexto cultural y dinámica de inserción en el circuito de circulación del mercado. Pretendemos además hacer un planteamiento que proponga la irrupción del arte en la esfera pública como un acto evidente y fuertemente relacionado con lo político. (Marco Granados)
Conozco el trabajo de la Dra. Norma Iglesias con quien he trabajado en otras ocasiones así como de Marco Granados con quien también tengo experiencias de trabajo, por ello, no dudé en enviar mis imágenes.
Accedí bajo el entendido de que se estaba trabajando seriamente en una fundamentación curatorial que por la cercanía del evento se encontraba en proceso y nos sería enviado una vez delineado por ambos curadores. Sin embargo, no he firmado mi autorización para el uso de las imágenes ya que para ser congruente, debía esperar a leer el basamento conceptual bajo el cual se estaba planteando esta nueva emisión del Grito Creativo.
Para la inauguración de ARCO 05 faltaba un mes y ninguna de las instancias participantes conocían alguno de los siguientes puntos:
1) Nombre de la exposición.
2) Statement curatorial.
3) Procedimiento de selección de los participantes.
4) Condiciones de reproducción, manejo y uso de las obras.
5) Traslado y hospedaje de los artistas a Madrid en caso de que fuera cubierta por los productores.
El pasado 27 de enero, Navalón, a través del Centro Cultural Tijuana, envió un boletín informativo vía e-mail citando a los artistas participantes. Para la inauguración de ARCO 05 solo faltaban cinco días y ésta sería la primera reunión con el productor del evento –Navalón–, la investigadora Norma Iglesias y los artistas. Marco Granado no asistió.
A la reunión asistimos alrededor de 20 artistas y ahí Navalón informó que se habían invertido millones en la exposición, que además de Madrid viajará a Berlín y París. Que publicarán un catálogo con un tiraje de 25 mil ejemplares y que a los participantes se les darán entre cinco y 10 catálogos. La exposición se montará en la entrada de la feria y que no hay manera de que no sea vista. Puesto que se estima que asistan 450 mil personas.
Que a la feria asisten 600 galerías de todo el mundo, un sin número de art dealers y curadores.
Ante estos datos, los asistentes correspondían con una felicidad imposible de disimular.
Sin embargo, la actitud de Navalón fue como la de una pareja que no llega a dormir a casa durante una semana y cuando regresa te dice que se la pasó buscándote un regalo de aniversario.
En su intervención Antonio Navalón mencionó que “nada de esto hubiera sido posible sin los artistas”. Que “había que caminar juntos”. Que “somos socios en esto”.
Después de su participación cedió el micrófono a los que asistimos; parecía que nadie podía decir nada ante lo despampanante de los nuevos datos que Navalón daba.
Tras un silencio incómodo, el primero en participar fue Julio Orozco, quien solicitó las lonas con sus imágenes luego de que desmontaran la exposición.
Otra participación fue preguntar cómo se llegaba a la Feria –no cómo llegaría a Madrid– y si había sugerencias de hospedaje y otros datos similares.
Luego de ver que nadie mencionaba las irregularidades con que se habían desarrollado las emisiones de La Tercera Nación, tomé el micrófono y expuse que no estaba de acuerdo con el basamento conceptual. Tampoco con la manera de proceder de las instancias involucradas. Sin embargo acepté enviar mis imágenes a los curadores por considerar que su intervención en esta muestra la legitimaba. Contextualizarían la presentación de las piezas, fundamentación con la cual se basarían para seleccionarlas así como a los artistas participantes.
Ante lo anterior Navalón, en tono cínico, respondió:
Yo soy de los que prefiere pedir perdón que pedir permiso. Imaginen que hace tiempo yo hubiera llegado con ustedes a plantearles que quería hacer este evento; nunca nos hubiéramos puesto de acuerdo. Hubiéramos tardado mucho y quizá no se hubiera hecho nada.
De esta manera se zafó de las preguntas y los hechos expuestos mientras algunos de los asistentes mostraban sonrisas enormes y pedían aplausos por la buena voluntad y acciones del empresario.
Lo único que observo es que a los productores de La Tercera Nación la comunidad artística es lo que menos les interesa pese a lo que Navalón maneja en su discurso y en el cual agradece la participación de los mismos.
Por otra parte, es claro que para la comunidad artística es más importante exponer por exponer, aún con que alguien use su trabajo para fines distintos y a veces opuestos a los que motivaron su propia obra.
Quede constancia con todo esto de que por segunda ocasión se falta al respeto al trabajo no sólo de curadores e instituciones culturales de la ciudad, sino de la comunidad artística y sociedad en general. Que quede constancia que lo hace con la aprobación de los artistas porque el que calla otorga y el que aplaude invita a que se le utilice.
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