Nadie entiende la muerte. Por eso se inventaron cosas tan graves como la religión, la silla eléctrica, la literatura y la fotografía. El tiempo y la luz muerta capturada para re-velarlo. Las palabras de acciones muertas, escrita en tiempo muerto para poder leer aunque muera. La silla eléctrica para sentar inocentes y uno que otro culpable de no respetar la muerte. No la vida, la muerte: la gente que no respeta la muerte ajena tiene que morir. La religión, un montón de murmullos unidos para saber que no estamos solos, que sobrevivimos y que hay algo más, algo que la literatura religiosa se encarga de intentar explicar dejándote a ti la responsabilidad de la fe. Yo no entiendo la muerte, cuando de 8 accidentados muere el único que traía el cinturón puesto. Cuando suena el teléfono y la noticia es de alguien a quien viste crecer, de quien te burlaste porque cuando nació tenía la cabeza deforme, de alguien al que podrías cambiarle el lugar en ese asiento trasero porque mal o bien uno...