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Mostrando las entradas de enero, 2004
Se han acabado mis apuntes de secundaria, mis papeles sueltos rodando bajo la cama Se me terminaron mis libretas, mis notitas, mis pequeñas cartas. Ahora, este blog empezará a vivir en tiempo real.
50 volovanes verdes que te quiero verdes. Pero ya sacaré el videito del incidente. A ver dónde me dan quiebre de exhibirlo. Looking down . Tres minutos de mis pies (para así borrar las pruebas) mientras me regañan por grabar la manifestación contra la O.M.C del 13 de septiembre en la línea fronteriza. Well a chambear. Alcabo que ni quería salir a pistear este fin. Ni pex a mendiguear un rato.
I wonder; I turn to myelders/They aged and experienced, but they can't even tell ya/ or tell me, / that there'll be light at the end of the road (Why?) Cause they don't even know/ a million thangs run through my mind.. you ain't gotta be in jail to be doin time.. Tupac
Mañana a las 8 30 es mi citatorio con el juez por video grabar mi frontera. Manden buena vibra para el juicio y si no posteo en un buen llévenme cigarritos. (pa venderlos adentro porque no fumo.)
Podría dejar pasar los años. Decorar el cuarto lleno de flores frescas y manchas de humedad para soportar mejor el encierro (además las flores de plástico no son tristes como tú decías; son más las marchitas) Tendré que ampliar las puertas de emergencia (cada día el equipaje aumenta y mis manos ocupadas no abren puertas: Los cerrojos son imposibles) Este es el lugar donde el oído vive aquí las voces rigen el espacio como la imagen nunca pudo regir nada. Las esquinas guardan registro de tus palabras. Las repiten cada que un suspiro o alguna ráfaga de aire ocupa su espacio. Desalojadas con los muebles a la intemperie de una casa estrellada. Así el aire y el sonido cojen, procreando bastardos indeseados por todo orden y olvidados a merced de mi oído. No es tu voz ni un viento tenue lo que acaricia los vellos de mi región occipital. Tras este hueso, se aloja el lóbulo donde la vista reconoce tu imagen que, como lo he dicho antes, nunca pudo re...
¿Qué es Bolivia? Por Alfonso Gumucio Dagron ¿Un conglomerado de cadáveres? ¿Un colectivo lleno de militares? ¿Una masa enorme de tierra silenciosa? ¿Una planicie de rostros terrosos? (Impasibles miradas cansadas de esperar) ¿Una altitud de cartón-piedra? ¿Una caída vertical de la pobreza a la nada? ¿Un grupo de niños pijes de anchas corbatas? ¿Una cadena de resentimientos y mentiras? ¿Un puñado de crímenes detrás de la basura? ¿Un niño muerto en una caja de zapatos? ¿Un libro de poemas que arde porque sí? (Porque invade la sangre de quien lo lee) ¿Un escritorio, dos escritorios, tres escritorios? ¿Una tienda de campaña? ¿Una lluvia pasajera? ¿Un costal de títeres quemados? ¿Un periodista que siempre cae parado? (Como trípode con un rollo de dólares que le alegra el ano) ¿Una página menos, siempre tan lejos de la historia? ¿Un grupo de universitarios confundidos? ¿Un poema, dos poemas, este poema? Escoja solamente diecinueve respuestas. Ni una menos....
Él jugaba con los sobrecitos de azúcar. Ella le miraba las manos. Ya no había de que hablar. Una hora antes él se aproximó a ella, que acomodaba sus bolsas para balancear su carga, justo afuera de la comercial y le dijo –te iba a preguntar que si ocupas ayuda, pero estoy seguro que no la ocupas por lo tanto te pido que me dejes ayudarte, ese costal de comida para perro cabe justo bajo mi brazo y sirve que me hago contrapeso con mis bolsas- señalando el plástico que cubría un galón de leche y medio galón de jugo tampico citrus ponch. Ella, que sabía que diría no gracias, fue traicionada por su lengua. A la lengua le llegó un telegrama de la espina dorsal que le ordenaba a asentir por lo menos tres veces antes de que cante el gallo. La espina dorsal, que es el reflejo mas rápido del cuerpo, tomando en cuenta que si tocas algo caliente la información no va al cerebro si no a la espina dorsal y esta toma la decisión de retirar la el dedo del peligro, pocas veces se equivoca. Esta er...
Tenía la certeza de que la amargura en la boca, al despertar y sentarme al borde de la cama, no era mas que los residuos de lo que paulatinamente muere uno por las noches. Así como también estaba seguro que las manchas en la esclerótica de mis ojos era la ulcera causada por esas imágenes al no bajar la vista. Los callos de mis manos: ruinas de una fortificación donde camino a tientas. Mis arrugas del entrecejo: pasillos de edificios donde, y cuando, debí llorar. Tenia la certeza de que al mundo se viene a algo. Hoy no tengo seguro nada. Me pongo los zapatos y camino.
pa' la profe. En los edificios del lenguaje siempre hay pasillos sin luz , escaleras imprevistas, s?tanos escondidos detr?s de puertas cerrados cuyas llaves se pierden en los bolsillos agujerados del ?nico due?o, el soberano rey de los significados. Cristina Rivera Garza
Cuba I-Donde el cuerpo de C. Presiente La Partida. del poeta cubano Arlen Regueiro Mas No sabrá esta mampara el accidente que colma tu cuerpo Viéndote partir, cuando no tenga esta madrugada otra orilla, Ni otro puerto donde se acostumbre a mirarme, El grato remanso que deja tu silueta asomada en el lecho. ¿En que orto andarás cuando lleguen los vientos? ¿Cuál estrabado airón alanceará mis muslos Sobre la alfombra donde araño la plenitud de tus hombros, Las falencias que tu pecho anduvo por mi espalda? Te hubiera dado el mundo y unos versos tan largos como el día Perfumando los fragmentos aceitados de tu rostro Con la más pura transparencia del sándalo, su vahído. No escribirán mis dedos la entreabierta noche, ni será igual La distancia coronada por tu piel en mi frente, Cuando no hay para su tacto un instante, mísero alimento Que dure todo el adiós en la mañana presentido. Ven a mis ojos, anídate bajo el vino de la esca...
As a member of a gang of international smugglers, it's your job to evade the US Border Patrol, CIA and cutthroat rivals to deliver illegal cargo. It'll take complete mastery of your off-road vehicle to make it across unforgiving terrain and stay one step ahead...and make the drop.
la rosca Los panaderos son obviamente más inteligentes que algunos gobernantes. Ya no sale solo un niño para una fiesta, salen 6 para sustentar mejor los gastos, alomejor así resucitamos el party de la candelaria.
Una rueda de la fortuna de juguete; se pasean monitos sin vértigo cama a ras de suelo con topografía de cobijas estampadas ( una cebra en tu cama, un unicornio) Habría un librero resignado a tanto peso y un espejo que se esconda tras las fotos incrustadas en su marco Un cuarto habitado por cabellos sueltos, alguna trampa para ratones y huesos de tamarindo. Hay cuartos que no se pueden inventar se van formando como frutos del árbol genealógico de tu casa El croquis nunca contempló un cristal roto con un parche de papel de china (porque afirmabas que te arrullaba el sonido del viento filtrado por el delgado remiendo) Tu madre, por ejemplo, nunca imaginó que recogerías tantas piedras en una noche de olas con fósforo. Ahora se alojan en un florero de cristal turbio que se fue relegando hasta tu cuarto. Los espacios se dan como se dan los días. Hoy ya no hay cuartos que inventar