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Mostrando las entradas de octubre, 2004
Halloween siempre me ha caído gordo. Como en post pasados he dejado dicho: soy bien coyón Mas esto no es la razón primordial de que tal fecha no me guste. Omar de ocho o nueve años esperaba que su primo Juanangel y su familia pasara por él para ir a pedir dulces al otro lado (sabido era que allá los dulces sabían más buenos). Mi rudimentario disfraz de ninja: chamarra negra, pantalón negro y mascara de tela recién confeccionada, no contaba ni con armas. Para colmo Juanangelito se disfrazó de lo mismo. Sí, él tenía estrellitas, espada larga y además una espada chica que nunca me pasó el muy culero. Digamos que yo, ahora que lo pienso, parecía mas bien que iba a asaltar un seven-y-leven a mano desarmada. No recuerdo exactamente pero estoy casi seguro que como era el unico con pasaporte y disfraz de ninja tercermundista hasta bronca hubo en la línea. ¿y éste a dónde lo llevan? ¿de qué está vestido o qué? Good luck kid Juanangel y su hermanita sabían que ni apariencia me
Me da miedo cuando las ramas le pegan a la pared de mi casa. Y me despierto y escribo. Me doy cuenta que soy inmensamente cobarte (y me lo han dicho), y que temo a muchas cosas: a las avispas y los pájaros grandes (incluyendo los pericos) las personas de vista esquiva y caminar rápido a decir “chale, apoco ya fue todo, apoco aquí se acabó el corrido” encontrar un dedo dentro de una cocacola; o un ojo. llegar a casa y saber que falta alguien mas, que la familia pierde miembros como los gana. que sandiego explote por bélica y nos lleve la chingada a todos por fronterizos, a ver si es cierto que es re-suave ir shopping a Chernobil. a que un día tenga un perrito y le vuelva a poner camilo y se vuelva a morir reprobar amanecer sin pene o con menos pene, (cualquier perdida sería cuantiosa) que lloviera y con tanto lodo Tijuana parezca masa para tamal de dulce y las casas sean las pasitas perder otra muela Toparme frente a frente con los duendes que se roban mis calcetines izqu
Me asusta tu guerra menos que el alto al fuego de tu corazón Jorge Drexler Hablas… Te quitas las zapatillas y sobas tu empeine con un vaivén que te asoma a la luz mientras dices algo del trabajo o de tu carro. Hablas… Recoges tu pelo con un moviendo de manos parecido a un baile español a lavarte las manos. Inclinas la cabeza al quitarte los aretes parece que tus dedos te contaran un secreto; el cuenco de tu mano te regala un mar pequeño. Resbalas las piedras de fantasía de tu palma hasta a la mesa, como dos semillitas, crecen con la luz de la lámpara y gotas de agua de un vaso que suda. Hablas… Descalza al ropero; caminan tus dedos sobre los ganchos Buscas algo cómodo abriendo la ropa como cortinas, encuentras una calle y un suéter de algodón. callas…. Y se rompe el silencio.
Fidel Castro ha caído! Clíkenle a la foto pa ir a noticia.
Anuncio atrasado. Para todos los que tengan suerte de darse una vuelta por el cervantino, favor de pasar a saludar a la joyería que se exhibe en la casa de la cultura de Guanajuato. Díganle por favor que la extraño, que las pinzas y la lámpara con magnificación están tristes y orgullosas de ellas. LarvaDel 6 de Oct al 15 de Nov Casa de la Cultura de Guanajuato/Expo coordinada por el centro Cultural Tijuana Artistas de larva: Participan Claudia Algara, Melissa Arreola, Mónica Arreola, Mely Barragán, Julieta Bartolini, Tania Candiani, Octavio Castellanos, Melisa Cisneros, Hugo Crosthwaite, Jamex y Einar de la Torre, Julio Orozco, Galatea Audiovisual, Carmen García Núñez, Ingrid J. Hernández, Itzel Martínez, David Maung, Franco Méndez Calvillo, Omar Pimienta, Roberto Romero, Daniel Ruanova, Jaime Ruiz Otis, Adriana Trujillo, Ivonne Venegas y Alejandro Zacarías.
A mi me gustaba el rock pero más Isabel. Isabel tenía un diminuto vestido plateado y lindas piernas flacas. Era una marciana de película de los 60 perdida en un concierto de la cuca. Yo traía mi camiseta del che y mi chamarra bomber negra. Me acerqué a platicar con ella me tomó de la mano: si bailamos-esta, me quedo contigo todo el tokín pero tienes que acompañarme hasta que pasen por mí. Esperamos afuera y se llevó mi chamarra. Ella tenía el pelo corto y rapado de la nuca, aretes en la parte superior de su oreja. Yo el pelo largo, aretes no porque me regañaban en la casa Ella me dio un beso mientras la cuca tocaba la calmadita Yo no sabía besar pero para cuando llegaron por ella ya tenía las bases bien establecidas. Ella odiaba a su papá porque nunca la dejaba ir a los conciertos. Yo estaba en todos los conciertos Ella traía una bolsa llena de dulces, maquillaje y un sacacejas. A mi se me querían salir de las bolsas los monitos robados de las maquetas de m
mickey ha muerto!!!
Atrapado en una glorieta, en una alcantarilla a la cual se fue rodando la moneda y el papel arrugado donde escribí algo mucho mejor que esto. Atorada mi camiseta en la puerta, justo antes de salir, a cenarme la ciudad. de entrar, indigestado en el tornillo del hidrante, rojo, en llamas con zapatos de agujetas amarradas, a mi memoria y mi incapacidad de hacer moñitos al pedal del freno a si mismas con la vista perdida en un letrero de se busca, un anciano que dijo: horita vengo una niña que esperan con las tortillas un perrito de ojos blancos con las manos ocupadas en un teclado insensible en las bolsas de mis pantalones jugando con monedas y papeles arrugados escribo
it's my party and i'll cry if i want to erre jazz y zaca zaca tambor y lore amaranta haciendo pucheros y karla cuyo coty jazz y tavo
feliz cumpleaños a mi.... mismo texto que el año pasado pero ya con los tallereos de amaranta El embarazo Doña Sara no salió durante su embarazo. Alguien le dijo que los niños procreados después de los cuarenta “salían mongolitos” ella tenía 44 años y don Marcos 50. Se escondió como quinceañera incestuosa y se dedicó a rezar. Su vientre tenía tres cicatrices de las cesáreas anteriores. Cuando murió eran diez las líneas que cruzaban su vientre: cuatro cesáreas y seis operaciones varias. El cómo se embarazó siempre ha sido un misterio. Tere de siete años dormía con ella. Don Marcos debido a un accidente automovilístico dormía con un arnés que soportaba su columna en una diminuta cama paralela a la de doña Sara. Don Marcos en ese entonces apenas tenía tiempo para rascarse. Cuando fue tiempo de dar de alta a doña Sara con su niño, él juntaba cartón en Estados Unidos para reciclaje. Carlos y Tere tomaron un taxi para recoger a doña Sara y al nuevo miembro d
La evolución se brincó la frontera. haciendo trampa como un gigante de pies enormes jugando a la liga Taxi: confesionario-interno y perfecto, en movimiento por un boulevard de noche iluminado por anuncios gigantes de neón que se leen en ingles y con ojos irritados: lugar perfecto para llorar (porque nadie te conoce y sabes que cuando te bajes, estarás, en el lugar deseado. Todos los viajes son lo suficientemente largos) De qué otra forma te explicas el sentirte tan mal con un café en la mano entre tanta gente a mitad de un centro comercial, en la sala del cine con una película deliciosamente mala y ajena, donde no encuentras nada y si, el café caliente nos quema la lengua y las palomitas la escaldan y nos secan la boca y nos dan una sed que ni la coca-cola quita; es obvio somos inferiores. Tenemos, gracias a holliwood, el síndrome del bruce willis en el sexto sentido: no sabemos que nosotros somos los fantasmas. Claro, por qué comer solos. por qué ni siquiera nos pita
----resistencia---