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Mostrando las entradas de agosto, 2003
Tecolotlán Jalisco Estoy en un pueblo a 110 kilómetros al suroeste de Guadalajara. Vengo a negociar con mi tío, medio hermano de mi padre(todos los hermanos de mi padre son a la mitad), el derecho de usar los archivos fotográficos de mi abuelo (cronista del pueblo desde los 20s). Un proyecto que tengo maquilando a medias buen rato. Además hay fiestas patronales en que celebran a san Agustín y santa Rosa de Lima con danzas folclóricas y carros alegóricos; ver foto. Saludos desde acá.
Se encontraba tras un vidrio opaco que distorsionaba su imagen y, sin embargo, su contorno entró en la tienda dejando todo en mutis, y a mí desconcertado. Corrí dando vuelta al mostrador para alcanzar a verla bien, pero no lo conseguí. En las últimas dos semanas la había visto pasar, detenerse un instante para esperar el taxi que siempre llegaba antes que yo a la puerta de la tienda. Me había hecho a la idea de que no alcanzaría a verla; me había resignado a observarla a través del cristal y, desde ahí, con la registradora a mi espalda, avizoraba apenas sus facciones difusas, su contorno delineado, sus movimientos delicados, casi rítmicos. Antes, en los primeros días, cuando aún tenía fe de verla bien, descuidaba a los clientes que después aguantaba con sus malas caras y modos groseros, aunque nunca faltaba algún señor o joven que me daba la razón con una sonrisa de complicidad. He llegado a la conclusión, sin fundamento alguno, de que trabaja en la estética de la esquina. Tal vez me
Hace poco mas de un año y no lo posteaba por que lo sentía fresco. Hoy lo dedico a las manos tibias, llenas de chocolate del café lat.32 Te escribo. Es martes apenas por 14 minutos. Ayer lunes como a eso de las 9 sonó el teléfono. te juro que pensé que eras tú así que levanté el auricular recordando que había quedado en hablarte. ¡Bueno! ¡Bueno! ¿se encuentra Omar? si ese mero soy yo hey habla Mónica ahh te acuerdas de mi la neta no. Mónica de la prepa Recuerdos marcharon en fila india por los pasillos de mis neuronas: El primer par de senos que consideraba gigantes entre mis manos, la playa, el cebatis, varias pinteadas unos ojos también inmensos, una conversación en un café hace poco tiempo después de que los dos maduráramos y viviéramos cualquier cosa. Después de olvidarnos y volvernos a ver y notar sus senos no tan grandes como aquella vez entre los arrecifes y los ojos más grandes que en aquel entonces cuando la vida, neta, no era mas que buscar historias. Me
receta para una cena politicaneoliberal.o neoliberadora empezaré por decir que amaneció muy temprano y con mucho sol; este brincaba de metal en metal. (me disculpo si las fotos a continuación proporcionadas están muy contrastantes) la troca o pick up o camioneta como le quieran decir estaba cargada con una puerta a las 7 de la mañana. Me dirigí a la línea para mi rutinaria donación de tiempo. (pero de esto no diré mucho) Iré al grano, conciente que hoy no se me dan los dedos para recetas. Primero cruzar la vía ferroviaria para poder llegar a la línea internacional. La colonia libertad tiene vía y trenes ruidosos ( y simón de chiquito me daba raites gratis a la línea y al boulevar) después de esperar como pendejo que el tren se moviera de una de las pocas salidas de la colonia libertad a camino la línea, me encuentro que los contenedores están grafiteados con mensajes políticos. Québec libre!. el tratado de libre comercio pasa por mi casa, cate de mi corazon. ingredie
ley del hielo: táctica eficaz de guerra fría Saquemos de la caja de este cereal el vale que nunca podremos canjear. Explica las reglas o léeme las instrucciones que armarme no se me da. si la vida pasa rápida frente a tus ojos cuando mueres ¿qué te hace pensar que no estás muriendo en este momento? en mi libertad cayeron dos pestañas de tanto tallarme los ojos Tijuana: pagina clave de un mal libro, buen lugar para no volver
Violeta Parra Hoy escucho una canción que le gustaba mucho a mi madre, y por primera vez me gusta “Ya entenderás mija, ya verás cuando crezcas. Como te ves me vi y como me ves te verás” Todo esto lo empiezo a comprender un poco tarde, parece que las cosas caen en un orden hecho para que la muerte marque inicios en lugar de finales. Todo cuanto pasa ahora lo miro como renacer de entre baúles sellados con un intrincado sistema de pasadores, los cuales permiten dejar salir situaciones a tiempos predeterminados en la vida. ¿Es ahora entonces cuando tengo que guardar lo que viví para decirle a los hijos, que nunca tendré, la maldición que les heredaría? ¿Cómo heredar algo que no me deja vivir? Los tiempos cambian, pero interesantemente las cosas tienden a repetirse. Por ejemplo este disco compacto se escucha mejor que el LP de mi madre, pero es la misma canción, Gracias a la vida de Violeta Parra. A los años me enteré que se suicidó poco tiempo después de lanzar el disco al merca
receta para deducir como una flor puede ser maratonista. la bugambilia tiene muchas cualidades, alómenos para mi, las cuales trataré de ignorar y me enfocaré en sus capacidad de recorrer distancias increíbles. ver imagen: empezaré por explicar el cómo de la caida a dichas conclusiones. llegue al cantón hasta la madre de mezclar cemento. Con las manos semejantes a los guantes acolchonados para sacar las cosas calientes de los hornos. Bueno de los hornos que se usan para cocinar en contradicción al mio; este mas bien cumple la tarea de almacenar sartenes que tampoco se usan. (tal vez de aquí la necesidad de escribir recetas) prosigo: la bugambilia tenía un desmadre por todo el patio. Digamos que alguien se dedicó a sacudir la, ya de por si, desde la muerte de su dueña y cuidadora, débil planta (o será árbol). Pero más bien apuesto a los sobrinos y una de sus rachas deportivas. la escoba sonaba razonable pero increíblemente inapetitosa. ni pex guey ademas son unas p
texto sin línea, de orden propio e imagen no ilustrativa. una llave quebrada un sol de 7:43 pm horario de verano dos llantas de canto catorce cerillos resguardados por un pastor alemán un auricular de teléfono publico suspendido y meciéndose boca arriba y oído abajo un cabello entre las hojas de tu libro ( separador perfecto) dos llamadas perdidas en un patio de bugambilias una manzana chimenea un pantalla iluminada que dice dios me ha tocad. un texto sin línea una imagen mas de la luz de tu pupila tragaluz de la casa en llamas foco de porche bajo el que se fuma recordando a alguien intermedio de película muda donde duerme aquel que no sabe leer un moño de zapato escolar con dedo al centro y gran esfuerzo por entrelazar mano diestra que después te toca el final del texto se aproxima en la linea tres mis dedos me dejaron fin.
fragmento de novela capitulo: la huida pagina 85. Después de comer Manuel sintió la necesidad de salir. Le dijo al Lagarto que al rato regresaba y éste, que estaba leyendo el periódico, sólo asintió con la cabeza. Al llegar al carro decidió caminar. salió del motel y se dirigió a la carretera rumbo a Tijuana. Pensó -al cabo todo me lleva a Tijuana últimamente-. Caminó hasta que perdió de vista el motel. Era de noche y la luna estaba deserticamente llena. Mientras caminaba en contra de los carros se preguntó si los conductores pensarían lo mismo que él cuando él ve al lado de la carretera a una persona caminando; -Pobre cabrón, con este frió, le daré raite. E inmediatamente se responde -¿qué si está loco? Se asombró de su capacidad de cambio, de estar por ahora en el otro lado, al margen, no sólo del camino sino también de la ley, de su vida, el echo de ser perseguido, de deberle al narcotráfico un carro cargado de coca. - ¿De quién sería? -Se pregunta mientras cae en la realida
El señor no frena y empecinado atraviesa su carro frente al mío por la simple razón de que mi línea es más rápida que la suya y seguramente se le hace tarde para su trabajo o el de su compañera. La esposa, por que lo es, nadie mantiene un mutis a tales acciones de alguien con quien no ha pasado años de su vida, se muestra indiferente. Yo como siempre algo observador y de repentinos ataques de road rage los miro un poco emputado y me pregunto “señora como chingados aguanta a ese hombre, cincho así vive, valiéndole madre, egocéntrico, terco. Dos o tres minutos después no puedo dejar de pensar en ellos. Seguramente cuando empezaron su relación ese mismo empuje la atrajo de él como esas manías que te vuelven loco de alguien. Algo así como “es un bruto, pero machote” “me quiero por que me cela” “me ama con locura”. Me intriga el hecho de que el señor puede ser atractivo, ahuevo, ¿pero cuántos años?. Caigo en cuenta que el señor encontró a su mujer cuando notó que no le decía nada cuando p
De la lámpara a tu rostro hay luz, tras tu pelo y tu cabeza la oscuridad se enjambra además de la dirección del foco el reflejo trastornado de un cristal te ataca, mas alla otra luz, después el pasillo. tu cara se colma de ángulos, de figuras convexas, (obscuridades y brillos) de otro sabor. Y en la pared tu reflejo se llena de un arcoiris de sombras.
Ya no escribo tanto, no es que carezca de algo interesente que decir, nunca lo tuve y eso nunca me ha detenido ni creo me detendrá. Es, tal vez, porque tengo las manos embotelladas de palabras que se empujan entre si para salir del cuerpo que se viene abajo con el temblor. Aunque suene mamón (últimamente también me preguntado mucho si suena mamón o no, antes tampoco me importaba; señal del epicentro) Durante las últimas semanas siento hormiguitas perpetuas en la mano izquierda. Lo relaciono con la circulación de palabras en la sangre; lenta últimamente. dime que es falso que ya nunca escribes que has empeñado el reloj de Raquel De estas hormiguitas quiero hablar. Me han dicho que está relacionado con soldar y lavarme las manos calientes con agua fría. Esto lo dice mi carnala y mi jefe. Mis carnales reales: Marcos y Carlos, además de los putativos Pato, Tambor y Laguana me dicen que es de escribir y luego meter la mano al freezer por la birria. Yo digo que es una huelga, al
El avión. Estoy en el avión Tengo miedo, mucho miedo mi cara no lo refleja, porque no refleja nada pero el miedo está aquí en los dientes en el estómago en las uñas me tiembla un párpado tal vez estoy llorando pero lo dudo hace ya mucho que no siento las lágrimas Siento frío en los dientes en la cara en las manos en los dedos en las uñas o tal vez es miedo No estoy aquí este miedo mueve el avión a otro lado Me lleva a casa siento como caen los cuerpos no puedo ver el mar es oscuro interminable Siento la punzada de la bayoneta en la espalda o tal vez es un dedo el empujón o talvez es sólo una palmada siento el frío de la caída o es sólo el viento.
hoy martes como a las 219 escribo, como alguna vez alguien me dijo, con la idea del lector. Pues no me sale nada. pero eso, creo, no es culpa de nadie mas que mía que. admito haber descuidado la pluma. últimamente mis días son pequeñas líneas de palabras sin mucho sentido. Antes, creo, tenía el poder de unir las líneas diarias en algún textito por mas madreado que saliera. Ahora no puedo juntar mas de cuatro palabras. postearé dos textitos viejos pero creo no haberlos puesto aquí. Estado vegetativo Si caigo en estado vegetativo recuerden sacar la ropa de la tintorería, (usualmente las notas están en el cajón superior de la cómoda) cierren la llave de paso y la ventana tras la estufa (por ella a veces se mete el sol) Paguen el cable, escuchen los recados de la contestado, regresen las llamadas necesarias y por favor desconéctenme la plancha (en noches tristes se prend
El último muerto El último muerto dispara al aire demuestra huevos quiere salvar su muerte. Tras la suburbana una señora que llamaba por teléfono ahogo un gemido. Del auricular oscilante se trasmina una voz. Se nubló de egoísmo, humo y astillas. El último muerto podía escuchar el sonido de sus casquillos rebotando en el pavimento hacia un lugar seguro donde no los alcance las balas del primer vivo.