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Mostrando las entradas de junio, 2003
?Por qué chillas, d?nde está la sangre? Estaba mirando el paisaje nocturno tras el ventanal del trolley. Afuera todo era estacionamientos, edificios de oficinas y patios posteriores de casas donde seguramente alguien miraba en la tele E.R o alg?n show de 10 a 11. El paisaje entero corr?a en sentido contrario a Tijuana. Dos butacas enfrente de mi viajaba un se?or que supuraba cansancio y bostezaba, tras de m? imaginaba 3 ? 4 gentes m?s, que, igual y ya hab?an bajado. La luz interior del vag?n hacia dif?cil la labor de enfocar las im?genes externas. Pronto, después de mucho rato de evitarlo, miré mi reflejo. Mi gorro de estambre negro me puede dar un look rastafariesto, no lo hab?a notado. Mi barba y algunos mechones que se le escapan al gorro no ayudan para reflejarme algo que Omar Pimienta pudiera decir puta sharp looking mother fucher o por lo menos un mira no estas tan feo ba?adito y rasuradito. Mi proceso mental me llevo de la imagen a lo espiritual, lo cual debo de admitir
No hay nada peor que una clase de ciencias políticas 102; U.S. government. Martes y jueves de seis a nueve treinta, peor que pagar una manda cumplida por un amor que no valía la pena. A mitad de clase, cuando me dio por tomar notas, me di cuenta que no traía pluma. Pedí una a la compañera de enfrente quien me contesto con un acento sudamericano y me la dio. Hice memoria y recordé que había comentado, cuando cada uno de nosotros se presento al resto de la clase, que era chilena. Hice aun más memoria y de uno de los recovecos académicos donde guardo por separado información que se me pega con tantos años de estudio y como cerillo encendido a la mitad del desierto en una noche sin luna se iluminó dentro de mi listas de fechas el día de nacimiento de Salvador Allende. En un día como este, 26 de junio del año de 1908 nació en tu país Salvador Allende. “celebremos” escribí en un papelito mal cortado de las últimas páginas de mi block amarillo de notas. Se lo pasé y pronto me lo regres
Foto de hermana al centro del rió Sacas de entre las fotos del álbum una que te gusta en especial. En la foto hay una niña morena de unos 7 años. Parada, sobre al centro de un rió. El agua le tapa los pies y los tobillos. Es tu hermana. Nunca la conociste así por ser menor que ella mas siempre has mirado sus fotos, además esta igualita después de 30 años. Buscas la cicatriz de la frente que tu le causaste de bebe. Tu no lo recuerdas pero le tiraste un biberón de vidrio y luego te echaste a reír, eso decía tu madre orgullosa de tu cinismo o tu inocencia, les daba igual. No encuentras la cicatriz y deduces que la foto es anterior a tu nacimiento. Simplemente esta ahí, rodeada de agua sin expresión alguna, con los dedos entrelazados a la altura de su estomago justo donde el ombligo sale entre las dos piezas del bañador. Podría jurar que esta triste. Está mirando un punto muerto entre la cámara y su cara. De igual forma la sigues encontrando a ratos. Mientras desayu
Estrabismo Ya no tengo la mirada perdida en un punto en blanco la tengo ahora en donde sale el fuego por tu boca miro el reflejo de unas gotas de saliva que brillan entre tus dientes y tu labio. De pronto perdí el ánimo de mirarte a los ojos me lo pides amenazante y pierdo la vista en tu escote. Un segundo, tal vez menos como trayecto que tengo que recorrer desde mi costado hasta tu rostro deteniéndome ahí, justo ahí para descansar mi vista sólo un instante suficiente para tu enojo llevas tu mano al botón de tu blusa con tus dedos lo examinas juntas las solapas en un botón superior inexistente y con tus movimientos de cólera se desprende del ojal, descanso de nuevo mi vista en el trayecto de regreso a mi costado. Eufórica reclamas mi cinismo callado miro la incomprensión en tu rostro. Extravío mis ojos tras tu cabeza en el calendario de una rubia que precisamente colocó tras de ti la dueña del lugar ( o sería que me senté aquí para verlo)
Vivir en un lugar donde, quizás, algún día crecerá una planta. Estoy seguro que procuraré la sombra que alimenta las necesidades de ciertas células vegetales. Tal vez algún juego de tablero duerma empolvado en el closet junto con algún paraguas de mal oficio, terco en recordar tardes grises. Vivir con dos tragaluces y una ventana mas fantasmas que latas en la alacena . Soldaditos de plástico duro junto al altar de la gata que defendió a sus crías. Vivir en un lugar donde, quizás, algún día las paredes hablen.
Hoy es un día largo, reciclaré algún texto. Tal vez este esté entre los archivos pasados, no recuerdo, pero pues ahí les va. Visión del departamento Estás tan triste, tan dentro de ti, no es como siempre. Hoy estás un poco rara. Te ves tan bien bajo esa niebla sobre de tu cara, frotándote los brazos cruzados tan fuerte que te dejas la piel roja. Te veo sentada en esa banca de escuela, de parque, de iglesia, de nube, de departamento. Te paras y caminas por el pasillo gris, de hospital, de iglesia, de escuela, de edificio bancario de casa. Tristes pasos suenan con ecos igual de tristes. Hoy estás un poco rara o tal vez sólo soy yo mirándote como nunca o tal vez sea la muerte del gato o los recuerdos, Hoy estás seria, distante, muy dentro, me gustas así. Las niñas duermen en el sofá del cuarto, de la sala, del hospital, del edificio bancario, de la biblioteca Tú no me puedes ver, estás muy ocupada con tus cosas Te hincas frente al horno para ver la llama
Con tu tos o con mi tos Yo quiero ser aquél que a tu lado duerma cuando con tu tos o con mi tos sea difícil dormir. Me gustaría estar ahí para cambiarte los pañales o mirar que te los cambien sentado en mi silla de ruedas riéndome de tí, esperando mi turno a la enfermera. Que nos veamos en el asilo agarrados de la mano; manos manchadas y perforadas por catéteres, ocupadas con el control de la cama jugando con las posiciones. Reírnos sin dientes Quiero hacerte reír cuando me digas no me hagas reír que me brotan las puntadas Que te burles cuando me orine y te rías cuando te cuente sobre mi chequeo de la próstata. Quiero que invitemos a cenar al doctor para ahorrarnos la consulta, preguntarle de nuestros males mientras le servimos ese sopa que tanto me gusta. Quiero que nos miremos a los ojos y encontremos en ellos paz y calma donde ahora vemos fuego y futuras cenizas Que la pupila se dilate años Que tu sonrisa dé mil gracias Que la muerte de los amigos nos mate mas qu
Fragmento de novela. Tal vez Mañana Pensarían en Volver. El cuarto se encontraba sobre el Ranas Bar, uno de tantos bares de La Plaza. En él, Manuel escuchaba un disco que le había heredado su hermano Víctor, quien le heredó también el gusto por la nueva trova. El sonido de su música se encontraba en gran combate con una canción que se infiltraba del Ranas Bar. Rage Against the Machine repetía su estribillo fuck you, I wont do what you told me librando una batalla contra la canción urgente para Nicaragua de Silvio Rodríguez. El disco empezó a rayarse. Manuel se levantó más por obligación que por desesperación. Le empezaba a gustar el fuck you Nicaragua, resultado de la alianza musical, la peda y la política exterior estadounidense. La música paró dándole una victoria a Rage, que para ese instante ya no era más que una guitarra estruendosa tocada por un moreno hijo de un guerrillero africano. Qué raro y chico es el mundo, pensó Manuel mientras levantaba el brazo de la
La cerveza se mece en la mano de la muñeca donde el reloj duerme la siesta de las tres en punto. Miro mi reflejo en el cristal de la puerta por donde en cualquier minuto podrías entrar. ¿En qué momento del día me percate del mismo? Me pregunto como ejercicio de apreciación del presente; siempre el momento mas corto de mi vida. Últimamente solo me alcanza para eso, un minuto para buscarle coherencia al día, no la encuentro. Levanto la cerveza y me doy cuenta que tengo las uñas sucias de rascarle a la noche, a la etiqueta de la cerveza, a mi nuca, a la mesa en la que te espero. De ahí, miro mi muñeca. El reloj despierta de su siesta exactamente a las 3 con uno. Se abre la puerta y entras vestida de coherencia color café y bufanda roja.