Salí de
Tijuana a las 11am. Granola me tiró en el aeropuerto y me dijo que traía mi
camiseta al revés. Me empaqué una
torta ilegal (pollo con queso Oaxaca) me fui a esperar y me puse a leer.
Violence de Zizek. Él dice que Adorno estaba equivocado y después de Auschwitz
lo que era imposible de escribir era la narrativa no la poesía. Al subirme al
avión ya me topé con Carmen. Nos tocaron asientos separados y no pudimos hablar
mucho. Llegamos al DF y nos fuimos por algo de tomar y comer. Aprendí mucho sobre compostas y los
gusanos. Las bocinas del
aeropuerto nos buscaban, llegamos a la sala y en efecto éramos los últimos. 4
horas hasta Bogotá. Llegamos y nuestra conexión a Medellín salía en 7 horas.
Metimos las maletas a unos lockers, saqué muchos miles de pesos colombianos y
nos fuimos a Modelia, que imagino es un barrio, ahí nos metimos a un bar le bar y nos corrieron a las 3, nos empacamos algo parecido a unas pizzas pero con masa de
tamal y ahora estamos de vuelta en el aeropuerto esperando que nos abran la puerta. Son las 4 y media y estoy despierto y
no estoy borracho, algo no anda bien.
Vine a tecolotlán a acompañar a mi padre, un tal Marcos Ramirez. El se fue del pueblo un día que su madre le dijo que para él ya no había más tortillas, tenía 12 años. Yo vine a teco a impedir que comiera muchas tortillas (por el diabetes) pero le dejo que como un par, porque me da miedo que se me vaya, un par nomas. Los Zepeda. mañana posteo los recuerdos de los Zepeda.
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